martes, 20 de octubre de 2009

"SOLO PERIODISTA"




(publicado el 11/7/96)

Diez años sin "PUCHO"

Quien fuera el último propietario de la Calle Corrientes, don EDMUNDO GUIBOURG "Pucho", repetía incesantemente que sólo era periodista. Cuesta destacar la extensa y peculiar trayectoria por tan dísímiles disciplinas que lo erigen en "notable testigo y protagonista de toda un época".
"PUCHO" fue un porteño por convicción y nacimiento, vio la luz el 15 de diciembre de 1893 en Tucumán y Anchorena, pleno Abasto. Hijo de un ebanista/tallista parisino llamado Antonio y una porteña planchadora, Teresa Godenzi.
El pibe cursando el 5° grado, con 11 años era autor de los discursos de Constanzo Traverso, "caudillo barrial" autonomista, frecuentando al mismo conoce así a "El Francesito" (Carlos Gardés) cantor de Tucumán y Bermejo (actual Jean Jaurés). Ambos purretes correrán juntos por las calles del barrio y las naves internas el Mercado, generando una amistad sin límites, que quebró la tragedia de Carlos y su comitiva, en Medellín (Colombia) el 24 de junio de 1935.
Su seudónimo PUCHO, lo crea para firmar sus caricaturas, publicadas en el diario Última Hora y Crónica, en 1911, marcando el mismo su ingreso al mundo de los "escribas". Cuando Enrique Villareal, amigo de Mario Bravo, lo vincula a La Vanguardia, fundada y dirigida por el Dr. Juan B. Justo, que nombra al joven EDMUNDO su asistente, llegando luego a Secretario de Redacción.
La inquietud permanente lo lleva a frecuentar el Café Los Inmortales, donde intima con Alberto Ghiraldo, García Velloso, Martínez Cuitiño, todos en la mesa presidida por Florencio Sánchez y consolida una hermandad con José González Castillo, a punto tal que a Catulín lo sentía casi un hijo. Según lo confesaba PUCHO.
En su cargo de Redactor jefe del semanario socialista, se vincula a Roberto Payró y Pepe Ingenieros y transita La Helvética donde tenía sus dominios, los escribas de La Nación, Alberto Gerchunoff, Manuel Gálvez, Leopoldo Lugones, lugar donde a veces solía ver a un tipógrafo llamado Ángel Villoldo.
En esas incursiones por peñas y cafés conoce Natalio Botana y Ángel Méndez, que llevan a EDMUNDO a fundar Crítica. Ingresando entre los autores teatrales, cuando escribe para Angelina Pagano El Sendero de las Tinieblas y Cuatro Mujeres, frecuenta a la vez Belisario Roldán, Aquino y Julio Sánchez Gardel. Luego sus colegas lo eligen para fundar y presidir la Asociación de Críticos.
Botana lo designa corresponsal de su vespertino, en Europa, donde entrevista Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Ramón del Valle Inclán, Luigi Pirandello, también cubre los Juegos Olímpicos de 1928 y polemizó en Italia con el sacerdote Juan Montini, que pasando los años se convertirá en el Papa Paulo VI. En París reportea a Maurice Ravel, Pablo Picasso, André Gide, León Blum, etc.
Regresa a nuestra capital y dirige en el cine a Margarita Xirgu en "Bodas de Sangre", firmada por su amigo Federico García Lorca, como lo eran Jacinto Benavente y otros autores del teatro español. Integró el directorio de Argentores y la nómina de personalidades fundadoras del Fondo Nacional de las Artes y del Instituto de Estudios de Teatro.
Viaja a París donde es premiado con el Premio Moliere, a su retorno también es premiado con el María Guerrero, el Barón Hirsch y será Vecino Ilustre de la Ciudad de Bs. Aires, más la "Pluma de Oro".
Su esposa Anita Levín falleció muy joven, quedando sólo en su departamento/biblioteca que por supuesto, estaba ubicado en la avenida Corrientes, donde un infarto producido el 11 de julio de 1986, le provoca el "cambio de domicilio" utilizando sus propias e irónicas palabras.
Pasaron diez años y DON PUCHO siempre estará presente, sobremanera los que tuvimos el privilegio de compartir muchos cafés, donde percibimos en sus tertulias su humor a fondo y sin estridencias, generoso siempre dispuesto a completar el dato que alguien buscaba.
Chau Dueño de la Calle Corrientes... usted y obelisco serán imposibles de omitir, cada vez que se mencione la calle símbolo de los porteños.

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