(publicado 25/10/96)
El 15 de enero ppdo. se cumplió el Centenario del natalicio de ROSITA RODRÍGUEZ QUIROGA, creadora del "canto hecho chamuyo" con un estilo porteño, que signó una época.
Nacida en la Boca en el corralón de su padre, don Manuel Rodríguez, casado con Serapia Quiroga, ubicado en Zárate 733 (actual Carlos F. Melo). En la niña quedó muy prendados los recuerdos de las guitarreadas encabezadas por su papá, con los carreros y peones, más la visitas de un carbonerito del barrio, llamado Benito Chinchela, Juan de Dios Filiberto y los hermanos Manuel y Eduardo Arolas. Los últimos le enseñan los primeros acordes de guitarra a la niña. Que comienza cantaba lo criollo y campero, no olvidar que el tango estaba prohibido, se cantaba de contrabando. Restringido hacerlo en casas familiares.
Luego cuando supera la etapa del patio hogareño, comienza haciendo dúo con Rosita del Carril y llegará a solista, como "La primera voz feménina del Tango" en los discos Victor, con Nunca es Tarde, de Celedonio Flores, quien será un colaborador muy ligado a la carrera de ROSITA, incluidas las escasas presentaciones en público realizadas.
De gran influencia en la grabadora, asesoró y apoyo a nuevos colegas, como Agustín Magaldi, que debutó en discos haciendo dúo con ella y a la cantante Mercedes Simone, por citar los ejemplos más famosos.
También mostró su ductilidad en la incipiente radiotelefonía y discos que incluyó en un extenso catálogo, citaré algunos: Carta Brava, De mi Barrio, Puente Alsina, Pato, Carro Viejo, Maula, Audacia, Sentencia, creó junto a Cadícamo, la milonga Apología Tanguera y la última grabación, con letra de Luis Alposta: Campaneando mi Pasado, donde la acompañó la magistral guitarra de Aníbal Arias, por 1984.
Las primeras grabaciones cimentaron una fama en el Río de la Plata, con llegada al Japón, que la convirtieron - de hecho- en la Primera Embajadora del Tango en la tierra de los cerezos.
También en este mes que cursamos, se cumplen los 70 años de la primera grabación eléctrica, en nuestro país que realizó ROSITA, con el tango: La Musa Mistonga (Flores/Polito), (Disco 79632) en Suipacha 74, anticipando a la que efectuara Carlos Gardel, en Odeón.
Con sus eses arrastradas y ese chamuyo bajito, dio la "Gran Invención" de como se canta el Tango..."Con el alma", subrayaba.
Llegó a vender más de 25.000 discos de un sólo título, en ese país. Se corrobora cuando un japonés de visita en Bs. Aires, quiso como prioridad absoluta conocer a la QUIROGA, que le recordaba, según nos confesó, la voz de la cantante en los amargos tiempos de los bombarderos yankis, que escuchaban en sus refugios utilizando una vitrola a manija.
De los primeros elencos radiales, sobresalían entre otros Rosita y Charlo, quien nos contó que las actuaciones eran de asistencia total en la emisora, durante toda la transmisión.
Era en Radio Nacional (Est. Flores) cuando la cancionista se convertía en cocinera y marcaba, además el toc de la hora con el cucharón, golpeando sobre el sartén, pero en varias oportunidades esta precursora de Petrona C. de Gandulfo, calculaba mal el tiempo de cocción de las comidas y no se difundía la señal por los micrófonos de la vieja casona de la calle Boyacá.
Esta nota pretende apenas, recordar a una artista precursora, dueña de un estilo sin par, que afirmaba "el tango se canta como un chamuyo, salido del alma"; a las jóvenes cantante aconsejaba, para gritar busquen otras cosas.
Nacida en la Boca en el corralón de su padre, don Manuel Rodríguez, casado con Serapia Quiroga, ubicado en Zárate 733 (actual Carlos F. Melo). En la niña quedó muy prendados los recuerdos de las guitarreadas encabezadas por su papá, con los carreros y peones, más la visitas de un carbonerito del barrio, llamado Benito Chinchela, Juan de Dios Filiberto y los hermanos Manuel y Eduardo Arolas. Los últimos le enseñan los primeros acordes de guitarra a la niña. Que comienza cantaba lo criollo y campero, no olvidar que el tango estaba prohibido, se cantaba de contrabando. Restringido hacerlo en casas familiares.
Luego cuando supera la etapa del patio hogareño, comienza haciendo dúo con Rosita del Carril y llegará a solista, como "La primera voz feménina del Tango" en los discos Victor, con Nunca es Tarde, de Celedonio Flores, quien será un colaborador muy ligado a la carrera de ROSITA, incluidas las escasas presentaciones en público realizadas.
De gran influencia en la grabadora, asesoró y apoyo a nuevos colegas, como Agustín Magaldi, que debutó en discos haciendo dúo con ella y a la cantante Mercedes Simone, por citar los ejemplos más famosos.
También mostró su ductilidad en la incipiente radiotelefonía y discos que incluyó en un extenso catálogo, citaré algunos: Carta Brava, De mi Barrio, Puente Alsina, Pato, Carro Viejo, Maula, Audacia, Sentencia, creó junto a Cadícamo, la milonga Apología Tanguera y la última grabación, con letra de Luis Alposta: Campaneando mi Pasado, donde la acompañó la magistral guitarra de Aníbal Arias, por 1984.
Las primeras grabaciones cimentaron una fama en el Río de la Plata, con llegada al Japón, que la convirtieron - de hecho- en la Primera Embajadora del Tango en la tierra de los cerezos.
También en este mes que cursamos, se cumplen los 70 años de la primera grabación eléctrica, en nuestro país que realizó ROSITA, con el tango: La Musa Mistonga (Flores/Polito), (Disco 79632) en Suipacha 74, anticipando a la que efectuara Carlos Gardel, en Odeón.
Con sus eses arrastradas y ese chamuyo bajito, dio la "Gran Invención" de como se canta el Tango..."Con el alma", subrayaba.
Llegó a vender más de 25.000 discos de un sólo título, en ese país. Se corrobora cuando un japonés de visita en Bs. Aires, quiso como prioridad absoluta conocer a la QUIROGA, que le recordaba, según nos confesó, la voz de la cantante en los amargos tiempos de los bombarderos yankis, que escuchaban en sus refugios utilizando una vitrola a manija.
De los primeros elencos radiales, sobresalían entre otros Rosita y Charlo, quien nos contó que las actuaciones eran de asistencia total en la emisora, durante toda la transmisión.
Era en Radio Nacional (Est. Flores) cuando la cancionista se convertía en cocinera y marcaba, además el toc de la hora con el cucharón, golpeando sobre el sartén, pero en varias oportunidades esta precursora de Petrona C. de Gandulfo, calculaba mal el tiempo de cocción de las comidas y no se difundía la señal por los micrófonos de la vieja casona de la calle Boyacá.
Esta nota pretende apenas, recordar a una artista precursora, dueña de un estilo sin par, que afirmaba "el tango se canta como un chamuyo, salido del alma"; a las jóvenes cantante aconsejaba, para gritar busquen otras cosas.
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