martes, 29 de septiembre de 2009

NOS DEJO UN CANTOR TOTAL: CHARLO


(Publicado el 19/11/90)


Cerrando el mes de octubre el día 30 nos dejó un Artista Integral: Carlos Pérez de la Riestra "CHARLO" .
Razones de espacio me llevan a omitir su biografía, la misma circuló profusamente en los diarios nacionales, reseñaré la trayectoria de este cantor, compositor,músico y arreglador que comenzó triunfando y mantuvo ese rumbo a través de su extensa carrera.
Debutó con un suceso inédito -estrenó la emisora- Radio Cultura como galán-cantor y pianista, siendo uno de los propietario el ingeniero Enrique Del Ponte, quien le inventa el seudónimo. Pasa a Radio Nacional, en Flores, cumpliendo agotadores jornadas junto Rosita Quiroga. Debuta como autor con el tango Sin Cariño que grabó Roberto Firpo y su acreditada orquesta, actúa en teatro y compone varios ritmos Pinta Brava y el fox Pim-Pum..Rataplán y en 1926 graba en discos Electra y registra obras de autoría - integral - No me olvides y Adiós, seguirá en RCA grabando composiciones escrita con Celedonio Flores. En el teatro es dirigido por Bayón Herrera, Manuel Romero e Ivo Pelay, ese éxito múltiple llegaba cuando el Artista, lucía sus floridos 20 años.
Es cantor solista y estribillista, alternadamente, con las orquestas de Lomuto y Pirincho Canaro, sus amplios conocimientos musicales, marcan seleccionar a sus guitarras Casado, Grela y el joven Edmundo Rivero, para grabar en Odeón, joyas interpretativas como Las vueltas de la vida, Nostalgias, Olvido, Las cuarenta, etc. Requerido por distintos directores, filma Puerto Nuevo, Carnaval de Antaño, producciones que incluyeron a importantes figuras, las mismas lo proyectan en todo el continente. Emprende una gira por 1945, donde el avión que viajaba volando por Brasil, capota y salva su vida sorteando el lecho del Río Negro, cerca de la ciudad de Manaos.
Escribe con Amadori Rencor y Cobardía, que graba Gardel, luego Tormento, Buenos Aires querido, No hay tierra como la mía, Traición, Viejas Alegrías, Ave de Paso, Rondando tu Esquina, con Cadícamo, luego: Fueye, Oro y plata, Horizontes y Tu pálida voz con Manzi; Sin lágrimas, con Katunga Contursi; Sin ella y Tortura con Cátulo, más El viejo vals, con don José González Castillo. Últimamente escribió composiciones integrales: Anoche estaba muy curda, Un sueño y nada más, Diquero, Tango en Colombia, Con el alma ciega, Ya no importa y dos instrumentales Barbeta, dedicado a Manzi y otro a Osvaldo Pugliese. Además de boleros y otros ritmos, que expresan lo prolífico y jerarquizado de sus obras, así en este sólo aspecto ya entraría a la Historia del Tango, en el círculo de los creadores más consagrados.
Sin duda lo expuesto sin ser exhaustivo, me lleva a justificar mi designación de Artista Integral, dado que compuso con lo mas granado de nuestra poética e incursionó también en ese campo creador, filmó y actuó en teatros con la padres de la escena, cantó con los más destacados directores y estuvo en la radio en su etapa inicial y también posteriormente. Bastaría que como cantante: Fue la voz más técnica de todas, creó un estilo de interpretación para el mejor canto. Realmente un Señor del Arte Popular, elevado a ese podio imaginario por su particular señorío. Un grande … muy grande.

TANGUISTAS NACIDOS EN AVELLANEDA. (I)

(Publicado el 11/12/90)


Desde 1976 el Gobierno Nacional ha instituido el 11 de diciembre, como el "DIA NACIONAL DEL TANGO", coincidiendo con la fecha de nacimiento de Carlos Gardel y Julio De Caro. Ambos fueron para el género innovadores evolucionados y sus obras muestran una vigencia total. LA CIUDAD se adhiere por ser Avellaneda, cuna de una calificada nómina de cultores y creadores, que nos honraron. Además de engalanar: El Tango, así revisaremos sintética y alfabéticamente demostrando que somos una Ciudad del Mejor Tango, sin dudas.
BLAZQUEZ, Eladia: Compositora, música y autora. Nacida en Gerli, debuta como bailarina española en el cine Amado Nervo (ya desaparecido), con sólo seis años. Dos años después debuta en emisoras porteñas, todavía cultivando lo español. En su juventud compone melódico y folclore nacional, ya por 1960 se dedica al Tango como autora integral e intérprete, musicalizando textos de Borges y los propios, cuentan con música de Francini, Stampone y Piazzolla, entre otros. Cabe señalar que toda su obra integralmente, tuvo grandes aplausos del público y también de sus colegas.




CABARCOS, Fernando Horacio: Contrabajista, docente y compositor. Nacido en Gerli actúo con la orquesta de Orlando Goñi, Francini-Pontier, luego sigue con la Sinfónica Nacional. Viaja al Japón, regresa y actúa con Leopoldo Federico, en la orquesta y el Trío junto al pianista Osvaldo Berlingieri. Compuso el tango "Tan sólo por verte". Formó a importantes instrumentistas, entre los mismos su hijo Fernando. Fallece el 9/4/78.
CONTURSI, José María "Katunga": Poeta, letrista, locutor y periodista.
Nacido en el centro de Lanús el 31/10/11. Debuta como letrista, en el vals Tu nombre, siguen Vieja Amiga, Como dos extraños, Garras, Sin Lágrimas, Tabaco, Toda mi Vida, Gricel, con música de Laurenz, Troilo, Charlo, Pontier, Mores, etc. Fue cronista de cine en radios y revistas especializadas porteñas. Colaboró con el guión de la película Mi Noche Triste, que evoca la trayectoria de su padre.
CORDÓ, Osvaldo "Mocito": Cantor. Nacido en Avellaneda el 23/5/23 como Alfredo A. Alberti. Debutó a los 16 años en un concurso que triunfó y comienza en la típica de Padula, el Tano Lauro, en 1946 lo hace fugazmente con Di Sarli y será contratado por Osvaldo Fresedo y actúa en bailes, la boite Rende Vouz, Radio El Mundo y graba 4 temas en RCA, del maestro citado. Sigue con la orquesta de Eduardo Del Piano y finaliza su actuación grabando con las guitarras de Roberto Grela. Falleció el 25/5/85.
DÍAZ, David José. Violinista, guitarrista, compositor. Nacido en Tandil 19/3/05, vivió permanente en Piñeiro. Actuó dentro de la orquesta familiar, llamada "Orquesta de los Hermanos Díaz" y luego profesionalmente se radica en B. Blanca. Regresa a nuestra ciudad toca con José Tinelli, para luego ser el primer violín en la orquesta de Aníbal Troilo, por 37 años consecutivos. Fallece en su barrio – Piñeiro- el 8/5/77.
DÍAZ, Enrique "Kicho". Contrabajista, bandoneonista y guitarrista. Nacido en Piñeiro
21/1/18 integró la orquesta familiar como guitarrista. Será bandoneonista con afamados directores como Filiberto y Aieta; adoptará el contrabajo definitivamente, actuando con Troilo 19 años, con Piazzolla 11 años, seguirá con Mores y finaliza su actuación con el Sexteto Mayor, por 15 años. Toda una notable foja de servicio del mejor nivel tanguero, Retirado por razones de salud, fallece en Bernal el 5/10/92.

LA ULTIMA SONRISA DE MERCEDES




(Publicado el 8/11/90)



El protagonismo de la Cantante de Tangos recorre muchos nombres, todos trascendentes, por distintas épocas previas a la concreción del mismo. Desfilan previamente tonadilleras, tiples, cupletistas y actrices, la llegada de Rosita Quiroga y Azucena Maizani marcan la iniciación, ésta, con Padre Nuestro por 1923.
Ese mismo suceso dará su máxima expresión con una bella morocha llamada MERCEDES SIMONE, nacida en Villa Elisa el 30 de abril de 1904 y que nos dejara físicamente en su rincón natal el 2 de noviembre último Artista que honró su mote de: "LA DAMA DEL TANGO", en el escenario y por la vida.
Comenzó su carrera en la ciudad de las Diagonales, junto a su esposo el guitarrista Pablo Rodríguez, que amplió sus recitales en pueblos periféricos a la ciudad citada y otras localidades sureñas. En La Plata fue escuchada por el violinista Ribot, integrante de la orquesta de Ernesto de la Cruz, actuante en el café El Nacional, de la Capital. Gustó la Bella Trigueña y logra debutar en ese escenario el 12 de octubre de 1926. Logra un suceso relevante. Escenario que compartían Aieta, Irusta, Magaldi, en distintos horarios, contaba con visitas de parroquianos célebres como Carlos Gardel, difunden la calidad de la nueva voz, que será contratada en la emisora porteña L.O.Y., el cabaret Follies Bérgere y por gestión de Rosita Quiroga, grabará en RCA Victor. Comparte los escenarios del Maipo, Opera, Odeón, etc. con Tania, Gloria Guzmán, Azucena Maizani y Sofía Bozán. Dirigida por Luis C. Amadori, Escobar y Manuel Romero y polariza la atención de jóvenes compositores Luis Rubinstein, Manzi, Discépolo, Piana y Maffia que le confían sus producciones, para ser estrenadas en su particular decir, un tanto distinto por su tonalidad, en esos años.
Llega la primer película nacional sonora en 1933: "Tango", siguen Ambición y Sombras Porteñas, La Vuelta de Rocha, etc. Señalar las mejores versiones discográficas, son tantas y de igual mérito, me inclino por Esquinas Porteñas Milonga Triste, la Sentimental o Pena Mulata, los tangos Abandono, Carnaval de mi Barrio, Claudinette y su saludo musical Cantando. Incluso grabó temas latinos Noches de Ronda. y el clásico Párlame de amore Mariú. Todas las versiones de La Dama... bien pueden ser escuchadas en las academias actuales, para que las jóvenes aspirantes a cancionistas acopien su modo de cantar y decir, evitarán amaneramientos, rayando en el mal gusto.
En nuestra ciudad apadrinó la sede de la Sociedad de Fomento "Presidente Avellaneda", de Pavón 808, y actuó en Leales y Pampeanos.
Por esas jugadas trágicas del destino, tuvo que ser sometida a una intervención quirúrgica, que la privó de la voz. Se imaginan una cantante sin voz... peor impedimento??? Imposible… Pero ella sonría y así nos dejó con la última de las mismas: LA DAMA DEL TANGO

CHAU VIRULAZO


(Publicado el 3/9/90)


Marcando una estrecha relación entre Tango y Teatro, en una alianza plena de tristeza, en el mes que transitamos en su primer día, los medios nos informan la desaparición de la querida y gran actriz BARBARA MUGICA. Siendo la jornada posterior la portadora de la partida física del bailarín JORGE MARTÍN ORCAIZAGUIRRE, es decir "VIRULAZO. Síntesis por demás amarga que abarcó en pocas horas, la desaparición física de dos figuras queridas, con repercusión en públicos seguidores de ambas disciplinas.
Dada nuestra especialidad, exaltamos a este tanguero protagonista de la música popular por excelencia del Río de la Plata, haciendo del baile el gran difusor y que transitó por los mas distantes rincones del orbe. Tanto que al desaparecer físicamente un bailarín, se pierde el gran exponente, más al tratarse de "VIRULAZO". Trajo JORGE desde su Haedo natal, en sus tareas de resero hasta los Mataderos porteños, que le brindaron sus primeros "morlacos". Siempre jineteando por ese barrio conoció a una joven pasajera del tranvía 48 y como hombre que no sabía de trabas la siguió con su pingo, logrando chamuyar a la piba de entonces y posterior compañera, de baile y en la vida.
Las aventuras de este resero semi urbano, émulo de otro vasco y bailarín como Casimiro Aín, que matizó en milongas barriales y cabaret céntricos, cafés y almacenes con estaños y canchas de bochas. Justamente en ese último lugar nace su mote, cada vez que tiraba un bochazo, exclamaba: "Va un virulazo". Sus primeros cortes en ese barrio, donde se mezclan luna y almacén, utilizando palabras de Manzi, se perfiló en el Glorias Argentinas, milonga brava si las hubo, que marcó el rumbo del Gran Bailarín. Consolidada la pareja con ELVIRA, triunfa en el centro porteño y luego serán atracción dentro del estelar espectáculo "Tango Argentino". Realizó sin exagerar una metáfora: "tuvo el mundo a sus pies", dado que bailó todos los continentes y sembró amigos entrañable, como Robert Duvall y Antony Quinn, entre otros de variadas nacionalidades. Ambos solían llegar a la casa de los Virulazo, en San Justo, para rendir homenaje a los tangos a cargo de fueyes como Garello o Montes, las achuras y varios vinos tintos. La atracción era - tácitamente - el baile de la pareja dueña de casa, en el patio de tierra.
Admirador de Pichuco y Di Sarli, la buena mesa, fumador a ultranza, gran humorista, dueño de una pintoresca inventiva, adquirida entre pistas sin asfaltar y salones de gran cachet. Sus figuras tenían la impronta del momento, de ahí su permanente renovación. Creó lúdicamente, pero con la seriedad propia que la danza requiere, sin coreografía, esclavo del compás y pegado al piso, sin mecanizar el baile, atributos que mantuvo inalterables en toda su larga carrera.
Casi el mejor discípulo de El Cachafaz, las nuevas generaciones olvidan, a veces, las premisas que observó y practicó VIRULAZO, que cerró un ciclo en la danza porteña con su sello tan peculiar.

ESTEBAN CELEDONIO FLORES


(publicado el 3/8/90)
Un poeta precursor



La nombradía de algunos personajes de cualquier disciplina, a veces, confunde la verdad histórica. Tal el caso de ESTEBAN CELEDONIO FLORES, que se populariza en Villa Crespo, donde crea su obra. Su nacimiento fue en Talcahuano 47, el 3 de agosto de 1896, hecho análogo al de Osvaldo Fresedo, que fue apodado "El Pibe de la Paternal" y nació en Lavalle 1600.
NUESTRO POETA estudió Comercial hasta 3er. año y violín, en el Conservatorio Williams. Incursionando en Bellas Artes, hasta que la familia se radica en el barrio citado que contaba con vecinos notables, como Alberto Vacarezza, Leopoldo Marechal y Paquita Bernardo. Allende el Arroyo Maldonado lindando con el Palermo Bravo de Carriego, a quien el futuro poeta admiraba. Junto a las lecturas de Baudelaire, Verlaine, Nervo y en forma especial Rubén Darío.
Comienza a versificar con 15 años y tres años más tarde, ganó el concurso del vespertino "Última Hora" con el poema "Por la Pinta" que Gardel y su guitarrista José Ricardo, lo descubren y convierten en "Margot". A éste primer suceso, seguirá "Mano a Mano" que lo incluyen al Joven Poeta en el entorno gardeliano y en la Bohemia Porteña, como un triunfador luciendo sus dotes personales y también sus guantes de ocho onzas en los rings porteños. Como "Kid Cele" llegó a disputar el Campeonato de los Plumas, en 1923. Conoce en esos ambientes a un juvenil boxeador, poeta y músico Ovidio Cátulo Castillo.
La obra de FLORES nos da al Poeta Definitivo, que amplió la obra del decano Pascual Contursi, con letras plenas de sarcasmo, socarronería y también sutilezas, creando un estilo que seguirán Dizeo, Discépolo y Cadícamo. Manejó el lunfardo magistralmente, sin tornarlo inteligible y con su habitual buen humor, declaraba: " como te ibas a tirar con Nervo o Darío" y lo corrobora en sus versos: ... "yo escribo humildemente lo que siento/ y pa' escribir mejor lo hago en lunfardo".
Sus obras todas notables: Lloró como una mujer, Mala Entraña, El Bulín de la calle Ayacucho, Milonga Fina, Canchero, Muchacho, Audacia, Mentira o entre las últimas Vieja Luna, por citar algunas que fueron proscritas por el '43 y tuvo que cambiar sus textos en varias obras. Medidas tomadas por censores ignorantes que actuaron como "Ciegos mentales".
Visitante asiduo de nuestra ciudad, su admiración la plasmó en la poesía Avellaneda donde canta a nuestros habitantes, a las instituciones Rácing, Independiente y Leales y Pampeanos y a sus integrantes. En otros homenajes también dedicó obras a Vardarito, Azucena, Gardel, Corsini, etc.
En el día de su natalicio, recordamos al NEGRO FLORES, poeta precursor inserto en la Cultura Nacional, sin imaginarias subdivisiones.

Los 90 años de Enrique Cadícamo..



(La Ciudad del 1990 a...

(Publicado 13/7/90)


Esta celebración un tanto inédita nos lleva a transitar un Notable Protagonista del Tango, sin distinción de épocas o modas. Nacido en las cercanías de Luían, era el décimo retoño de la familia formada por Ángel y Hortensia Luzzi. Durante su infancia sufre una fuerte infección intestinal, complicada por fiebre tifoidea, siendo desahuciado. Pero todo se revertirá por la vitalidad del niño. La familia se traslada a Floresta y la juventud de Enrique transcurre en Flores.
Este hacedor múltiple fue honrado recientemente por los municipios porteños y de Avellaneda, pero exaltar su obra prolífica y extendida, requiere una decantación para interrogarnos... ¿qué no realizó Cadícamo?. Su pluma inquieta crea guiones radiales, teatrales y cinematográficos, detallar sus tangos nos llevaría por una tediosa y extensa mención. Acaso mencionamos su obra primera: Pompas, con música de Roberto Goyeneche y el resto publicados y editados, incluyendo la música de compositores como Visca, Firpo, Bardi, Pereyra, Barbieri, D'Agostino, Troilo, Pedro Maffia y la mención especial, del binomio prototipo del género que integró, con Juan C. Cobián. Recorrieron juntos sus andanzas en los "Años Locos" por EE.UU, Barcelona, París y en nuestra ciudad implantaron la moda del "Sinsombrerismo".
Agregó letras a las primeras composiciones de Cobián, creando Rubí y Los Mareados, en 1942 para ser incluido en el repertorio de Troilo y su orquesta, cantando Fiorentino. Cinco décadas después nos emociona las grabaciones efectuadas por voces de otros géneros como Mercedes Sosa, Iva Zanicchi o Plácido Domingo. Privilegio que comparte con Nostalgias, con difusión notable.
Agudo observador y testigo lúcido de una época irrepetible, lo refleja en composiciones que crea integralmente, firmando como Rosendo Luna: Boedo y San Juan, Tres amigos, etc. Actualmente en esta modalidad publicó Humo de tabaco y Mucho más allá, entre otras, a pedido de productores mexicanos. Como perfomance vale citar que Gardel grabó 23 obras de Nuestro Autor, integrante y aminador de la Bohemia porteña con sus amigos Manzi, Pichuco, Discépolo, Demare, Ciríaco Ortiz, Barquina, entre otros.
Admirador de Berlioz, Carriego, Lugones, Darío, publicó en verso y en prosa La luna del bajo fondo, Viento que lleva y trae, Café de camareras, El desconocido Juan C. Cobián y el último - por ahora - Bajo el signo del tango (autobiográfico).
Así gracias a LA CIUDAD difundimos los 90 abriles lozanos y vigentes, de este Fundamental del Tango: ENRIQUE DOMINGO CADÍCAMO.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Creadores de estilos orquestales


El piano en sus últimas etapas como símil de una pseudo metamorfosis, será designado primeramente, como pianoforte, fue la anterior al instrumento actual, de igual denominación. Se incorpora a los distintos géneros musicales en las primeras épocas y fue adquiriendo, paulatina e ininterrumpidamente el posterior protagonismo y la conducción sobre el resto de los otros instrumentos. Transcurrido tiempos y épocas, será fundamental en todos los organismos orquestales.
El Tango si bien careció del mismo, durante las épocas antecesoras al género mismo o acaso, en el pre-tango no fue la excepción; sólo lucía en los acompañamientos ejecutados por Manuel Campoamor dando marco a varios payadores y voces importantes de entonces, como las de Ángel Villoldo, Arturo Mathon o Linda Thelma, además cuando se comenzaron a escribir tangos, en su portada se leía “Tangos para piano”, recreados por Prudencio Aragón y Rosendo Mendizábal, publicados en las editoriales fundadoras, creadas desde 1910 por Balerio, Breyer, Prelat, etc.
Con el advenimiento de los sextetos típicos, encabezados por Vicente Greco y Roberto Firpo más otros pioneros, el piano ingresa en la planta definitiva de los mismos, extensiva a las posteriores orquestas. (historiadores opinan que fue el segundo señalado quien lo impuso). Esto significó una verdadera revolución para la estructura musical del Tango, pasando ser dentro del conjunto, el refuerzo del ritmo, al extremo que varios directores al incorporarlo prescinden de la percusión. (Bombo, guitarra y batería). Otros suman a las primigenias orquestas el contrabajo de caja, casi por 1917/8, como Francisco Canaro.
Quedan en la historia las ejecuciones pioneras de las orquestas de Roberto Firpo, a partir de 1913. Seguirán otros directores como Juan C. Cobián, que da primacía al “dientudo” y aumenta sus funciones. Con la creación del acompañamiento armonizado por la década segunda del siglo, bien puede alcanzar a denominarse el rector y/o “la columna vertebral” del conjunto.
Es destacable la creación del autor de Mi Refugio, que a partir de su ingreso con Osvaldo Fresedo, por 1922 y lo incrementa luego al formar su propio conjunto. Agregando que para muchos idóneos, fue el responsable mediante el ingreso en cada una de las partes. Comienza el arreglo musical...o acaso, será que la música escrita, ingresó a través del piano??
A la par con dicho creador, surgen obras y creaciones de Delfino, Geroni Flores y Eduardo Pereira; más las precursoras de Bardi, Arolas y José Martínez, recreadas en plenitud con las orquestas/sextetos de la década del ‘20. En especial por pianistas como Francisco De Caro y José María Rizzutti, citando sólo a dos.
De la mayoría de los ejemplos, existen grabaciones que lo documentan.
Entrando en el análisis de tres notables músicos y pianistas, que con su obra dejaron impresa su personalidad en los conjuntos orquestales, donde cumplieron como ejecutantes y arregladores. Incluso dejaron su impronta a tal punto que sus pasos por dichas agrupaciones hacen que las mismas, se las identifiquen por el gran público por sus nombres casi a la par de los directores.
Luego llegará la etapa de dirigir sus propios conjuntos, siendo los mismos Rodolfo Biagi (con D’Arienzo), Orlando Goñi (con Troilo) y Osmar Maderna (con Caló).
Nuestro criterio los más destacados y significativos, en el quinquenio 1935/40 que sustentan este trabajo. Tomados en cuenta y omitiendo de ex profeso, sus respectivas biografías; sólo tomaremos los datos más indispensables.



Rodolfo Alberto Biagi desde su adolescencia registra una notable tarea, en distintas agrupaciones, Maglio “Pacho”, Juan B. Guido y Juan Canaro, sobresaliendo al grabar con Carlos Gardel, por 1930. Su etapa cuasi definitiva, llega en la orquesta de Juan D’Arienzo en el año 1935, que había comenzado a grabar en discos RCA Victor. Biagi consolida e impulsa esa agrupación.
Por esa época nuestra música pasaba por una instancia poco feliz, por distintos factores endógenos y exógenos. Las circunstancias eran por demás confusas o acaso inciertas, para los músicos en general y a los tangueros en particular, como la invasión de ritmos de múltiples procedencias y la llegada del cine sonoro. Citando a las más destacadas.
El futuro “Manos Brujas” en plena connivencia con el director citado, que también cambia radicalmente el estilo, que había impreso a todos sus conjuntos anteriores. Así pianista y director, arman una orquesta netamente bailable. Siendo el primero factótum para plasmar en el pentagrama esas ideas dispuestas a contrarrestar, en forma efectiva la invasión ya citada, logrando que bailaran muchas generaciones de rioplatenses. Para ese logro privó la conducción desde el piano a todo el conjunto y generaron el famoso “estilo D’Arienzo”, con una modalidad de ritmo cortante y acentuado en los cuatro tiempos del compás, individualmente, con relleno del piano en los claros, más el canto de la melodía en la mano derecha de Biagi, con silencios y el sólo en la cuarta cuerda del primer violín, con “stacatos” en bandoneón muy rápidos. Haciendo un repertorio con preferencia Guardia Vieja y composiciones de neto corte popular en los cantables. El resultado fue apabullante, reflejado en ventas de discos, actuaciones en emisoras, bailes en cabaret o clubes barriales, en todo el país, sin omitir la otra orilla del Plata.
Una anécdota que ilustra el presente, es contando con los lectores que recuerden la grabación del propio conjunto dirigido por Rodolfo Biagi, en el vals “Lágrimas y sonrisas”. El mismo surgió como un divertimento del conjunto de D’Arienzo en las funciones que brindaban a diario en el Chantecler, estando ausente el director en la primer entrada. (esta ausencia era usual en los directores, que se presentaban casi siempre en la segunda entrada). Así con la dirección de Rodolfo más la complicidad de los músicos, ejecutaron sin mencionar el nombre del vals, logrando el deleite de los bailarines, en esa particular versión que luego él grabó con su conjunto. Pero la sorpresa fue cuando llegó “El Rey” al escenario y al ejecutar el vals como fue grabado, el público pidió insistente: “Como antes....como antes” D’Arienzo no entendía nada, dado que ignoraba el divertimento ya narrado, obra del pianista y sus compañeros.
Actuaban en Montevideo y solían frecuentar a “Pintín” Castellanos, junto al primer violín Alfredo Mazzeo, que les entrega el ejemplar de su último tango “La Puñalada”, entre los tres músicos entienden que podrían cambiar los tiempos de ejecución y hacerlo milonga. Fue una de las tres más aplaudidas y grabadas en repetidas veces por Juan y otros directores. Aparte los bailarines entienden que está justo, o estaba para sus respectivos lucimientos.
Digamos que Biagi fundó a una de las orquestas mas taquilleras y dejó el estilo súper exitoso en ella, que se aggiornó con otros músicos a través del tiempo; pero en la verdadera concepción estuvo el protagonismo de nuestro Pianista.
Luego tomando casi los mismos argumentos, para fundar su conjunto en 1938 que tuvo grandes aciertos y solistas como Alfredo Attadía, las voces de Alberto Amor, Jorge Ortiz, Carlos Acuña, Hugo Duval, etc. Actuó en emisoras, cabaret, discos Odeón, entre otras exitosas instancias como en la faz autoral,(1) inclusive; pero no logró la repercusión que tuvo con D’Arienzo. La tarea cumbre - a mi criterio - de Rodolfo Biagi fue la creada junto al “Rey del compás”.

(1): De las obras de Biaggi cabe citar; Indiferencia, Humillación, Gólgota, Campo Afuera, etc.



Orlando Goñi o Gogñi, padeció los mismos fenómenos temporarios que lo llevaron a integrar la pléyade de desocupados, casi como el pianista anterior.
Su carrera era un tanto más reducida, dada su corta edad, a pesar de exhibir un periplo calificado, actuando con notables como Alfredo Calabró, Alfredo Gobbi, (su cofrade más querido), los Caló, Anselmo Aieta, Manuel Buzón, Cayetano Puglisi, Juan C. Cobián, Los Provincianos y/o Ciríaco Ortiz, entre otros
Justamente al desintegrarse la formación del autor de “Atenti Pebeta”, los elementos de la misma siguen unidos por la “malaria” existente, pero el propio ex director es requerido por el empresario Salas que regenteaba el Marabú, para cubrir la enojosa ausencia de Carlos Di Sarli en aquella milonga nochera y céntrica. Ciríaco sugiere a Pichuco en su lugar y el resto de los muchachos, varios ex integrantes de su última agrupación, ya citada. Así el 1°/7/37 surge una esperanza cuando debuta la Típica Pichuco, que luego será la de Aníbal Troilo, contando entre sus integrantes la columna vertebral del conjunto, el pianista Orlando Goñi. Para muchos fue un “Pianista cadenero”, juicio que compartimos.
Su estilo netamente bordonero, lo fue adquiriendo en su corta y calificada rutina, dado que “El pulpo” como lo bautizaron sus amigos, no era intuitivo, había cursado estudios con el eminente Maestro Vicente Scaramuzza. Su sonido parejo y denso, con brillante pulsación; así como el modo de expresar sus frases, como juntando lógica y capricho, al decir de Horacio Ferrer.
Tanto talento imaginativo expresado sobre el instrumento, rayando en un delirio evanescente, tuvo el límite impuesto por el joven y futuro gran director “Pichuco”.
Una anécdota que acredita el respeto que sentían sus compañeros por Goñi, se produjo cuando Piazzolla comienza con sus primeros arreglos en la orquesta, de la cual participaba.
Astor en los primeros ensayos reparte las distintas partituras del tango “Inspiración”. El pianista la mira con atención y llama al “Gato” preguntando ¿qué es esto, la cancha de Boca? Queda sin efecto lo escrito para la parte del piano.
Dejando para “El Pulpo” que manejara su impronta creativa, quedaron en el disco con una de las brillantes páginas de todas las épocas junto a Troilo. Hay muchas más. Todos sabemos que circular cerca de Piazzolla, la broma pesada era prenda común para el futuro creador de Nonino y Adiós Nonino.
Así tuvimos en la consolidación del conjunto a partir del momento que comienza a grabar en Odeón - muy breve - pero se manifiesta a pleno luego en Victor, hasta setiembre de 1943, que deja a Pichuco.
Cuesta mencionar las interpretaciones donde lució Goñi, por ser columna vertebral y como tal, luce en todas las versiones que grabó hasta el 4/8/43 junto al autor de Pa’ que Bailen los Muchachos y Barrio de Tango.
Así aportó su calificada labor personal en más de 30 discos, para la orquestita debutante en el ‘37, como “Pichuco” y fuera al correr del tiempo la notable agrupación de Aníbal Troilo, con su pianista co-fundador del primitivo estilo.
“El pulpo” encara su etapa directriz con notables valores y damarco musical a la voz de Fiorentino, en primera instancia, llevó todas las virtudes adquiridas, dado que en las pocas grabaciones “no comerciales” que existen, se nota un sonido muy parecido a la orquesta de Troilo. Fueron escasos 15 meses de labor, falleció el 5/2/1945 a los 31 años. Registró como autor la milonga “Mi regalo”.
Para el análisis final nos queda que Orlando casi fundó un nuevo estilo, que no pudo desarrollar y sin poder juzgar, por lo breve de su trayectoria posterior. Pero integra la selecta nómina de instrumentistas con José Pascual, Joaquín M. Mora y Osvaldo Pugliese, que influyó a su vez en nombres jóvenes, como Osvaldo Tarantino y Juan J. Paz.



La llegada de Osmar Héctor Maderna a la orquesta de Miguel Caló, se produjo en 1939, cuando cubrió la deserción de Héctor Stamponi, coincidiendo con la inclusión en el conjunto de jóvenes y notables valores como Armando Pontier, Enrique Francini, Eduardo Rovira, Domingo Federico, Ariel Pedernera, situación que marcó el quiebre del aire “fresediano” que el director había adoptado en sus primeras orquestas. Así tomará las nuevas orquestaciones y/o arreglos que realiza Osmar. Escuchando a la orquesta de Miguel Caló, en las grabaciones previas al suceso comentado, surge la diferencia.
Las condiciones que encontró Maderna, fueron casi lo opuesto que los casos anteriores, sólo surge cierta similitud con el primer ejemplo, dado que D’Arienzo y Miguel Caló cambiaron sus estilos, respectivos. El resto de las circunstancias fueron disímiles.
Miguel Caló como otros grandes directores, ejercía a pleno esa condición; poseedor de un gran olfato y visión, tuvo claro el objetivo, que lo llevó a ser el Director/Creador de “La Orquesta de las Estrellas”, al dejar en la pluma y el teclado del “Hombre de Pehuajó” los arreglos, que evidenciaban una gran solvencia.
Abonada por sus conocimientos técnicos adquiridos precozmente; ya con sólo 15 años, lucía el título de profesor del instrumento en su ciudad natal.
Los otros integrantes conformaron en general, un tándem muy capacitado y eficaz. Que se completó con las voces de Jorge Ortiz más los jóvenes Alberto Podestá y luego Raúl Berón. Era evidente que esta nueva orquesta de Caló, tenía como condición la juventud y el talento de casi todos sus integrantes, además las ganas de triunfar en la Reina del Plata, dado que muchos procedían del interior.
Osmar recién radicado aquí, ya tenía cierta preeminencia basada en su condición de arreglador e “influyente” en la opinión del director. La época 1939/40 era trascendente y de gran repercusión popular, teniendo esta agrupación músicos casi todos compositores exitosos, que añadieron a la misma causa una pléyade de jóvenes letristas, como Homero Expósito, Carlos Bahr, Horacio Sanguinetti, Julián Centeya y José María Contursi. Casi preanunciando la aparición de la modalidad, consolidada después y calificada como la “Cancionística”.
Maderna en las orquestaciones de páginas instrumentales Elegante papirusa, La Maleva, Inspiración y su “capo lavoro” Sans Souci, por citar a cuatro, más el agregado de las cantables de gran moda. Impone un criterio neto de lucimiento colectivo, tanto en los cantores o el resto de los compañeros, y reservándose, el sólo de piano hacia el final de las obras. Esta modalidad era practicada por grandes directores como Julio De Caro y en el mismo tiempo por Aníbal Troilo.
El impacto que causó la orquesta fue de enorme dimensión, logrando imponerse a los clásicos de aquella época, tan especial y pródiga en valores; tan consagrados como jóvenes, con repercusión en el extranjero, en especial en países del Pacífico.
Entrando en un análisis aleatorio, surge que el sello grabador Odeón, de Buenos Aires, aprovechó el “boom” Caló, que reunía los tangos de moda, (Al Compás de Corazón, La Vi Llegar, Margot, Bien Criolla y Bien Porteña, etc) con las obras autorales de sus músicos Maderna, Francini, Domingo Federico o Armando Pontier, especialmente, por lo prolífico de sus creaciones.
A partir del éxito de Pichuco en su repertorio discográfico de RCA, hacia 1943 capitalizaban el mercado grabando las mismas creaciones ya aludidas. Llevan a Caló y la grabadora citada, a volcar las mismas en su producción. Bastaría revisar la cronología de las grabaciones de Troilo en RCA y las de Caló, para arribar a evidencias notorias. Demostrado que el estilo que Maderna dotó a la orquesta Caló, resultó definitivo hasta el final de la misma, verificable en toda la discografía posterior; que cumplieron los distintos músicos y arregladores; que no aggiornaron demasiado lo ya escrito por Nuestro Pianista.
En 1945 Maderna dirige su primer orquesta, con notables instrumentistas y cantantes dotando a la misma lo capitalizado, en toda su etapa de arreglador, agregando nuevos matices más su proverbial virtuosismo, propio de la influencia de la música de concierto que desde su formación habían ejercido Chopin -principalmente- Liszt, Schumann y Rimsky Korsakoff.
Evidenciado en sus primeros arreglos como director: “El vuelo del moscardón” y las “Czardas de Monti”, con tendencia a la gran música internacional, pero en tiempo de tango.
Trabajaba en amplios rellenos, síncopas y notas agudas en pasajes finales, según observó el notable historiador Roberto Selles.
Sus propias composiciones instrumentales como “Concierto en la luna”, “Lluvias de estrellas”, “Rapsodia de tango” (de 12 minutos de duración) y “Escalas en azul”, tuvieron excelente repercusión aquí y en el exterior, siendo la segunda incluida en un film de Walt Disney y las otras, fueron grabadas por Morton Gould, George Melachrino y Paul Whitman.
Las obras cantables llevaron poemas de Cátulo Castillo, Homero Expósito, Cadícamo, Carlos Barh, José Ma. Contursi, entre los más destacados y también grabados por otros directores de nuestro medio. En el campo internacional, el vals “Pequeña”, lo grabó en México, Pedro Vargas, más otras calificadas voces melódicas centroaméricanas.
En cuanto a los arreglos para su orquesta, mostró su afinidad en composiciones de Francisco De Caro, Cobián y Bardi preferentemente; en los cantables transitó con obras propias, más las clásicas y las temporales, que evidenciaron los méritos de cantantes como Orlando Verri, Pedro Dátila, Mario Corrales, Héctor De Rosas.
Pero lo realizado por Osmar Maderna en la última etapa de director, alcanzó a sólo seis temporadas, frustradas por el accidente de aviación del 28/4/51 donde pierde la vida con apenas 33 años. Es decir que la evolución de este grande que mostró en los títulos de sus composiciones, la razón que lo motivaban a la par de la música y fue fatalmente frustrante, de una creación que apuntaba a notable.
La obra contó en su totalidad con una duración de 12 años (1939/51) dividida en dos partes, en la primera hay que rescatar el estilo Caló, perdurable a la existencia de su creador, enriquecidas por el virtuosismo e ideas de tendencia clásica y romántica como director, arreglador y pianista de su agrupación, en la segunda se frustró por el accidente aéreo.
De ambas épocas a mi criterio, lo más notable es su primer lapso, quizá abonado por todo lo novedoso que trajo al género por 1939. Las mismas técnicas con una expansión de 6 años más, no causaron el efecto buscado; salvo la parte notoria de sus grandes creaciones autorales, en especial las instrumentales; plenas de fantasías que expresaron su sello personal de Inspirado innovador del género.
Cierro esta revisión de tres notables pianistas-creadores que tuvieron, una modalidad personal y en común, lucieron más en las distintas orquestas en que actuaron, previamente a la etapa directriz. Agregando que sólo Orlando Goñi no perduró, dada la evolución de la orquesta de Troilo. Sus colegas tuvieron su arreglo virtual, extendido en el tiempo con D’Arienzo y Caló, respectivamente, hasta el final de sus actuaciones.