(publicado el 25/6/96) Serie PEPE PELDAÑO
La sabiduría popular que también se folcloriza, va dejando palabras y frases ciertas; de las que tomamos: "La música es una sóla... el resto son apenas ruidos que serán olvidados sin atenuantes.
Será eso que los melómanos recibimos un gran impacto emocional, el sábado 15 último, cuando algunos medios informaron del deceso de ELLA FITZGERALD, luego de un largo y penoso sufrir. Fue una leyenda y escuela de canto, junto a otras dos negras inolvidables, como Billie Holiday y Sarah Vaughan.
Recurriendo a nuestra inolvidable Blackie digamos: "Cuando se quiere interpretar el mejor jazz, debemos llegar a la barrera de ébano", definiendo con propia erudición de notable cantante e investigadora, que siempre nos ubica en el tema.
ELLA nació en 1918 y con sólo 16 años, ganó un concurso en el Teatro Apolo, en Harlem por 1934; luego siguieron giras y actuaciones en todo el país. Cantaba por necesidad espiritual y económica, logrando éxitos y admiración de públicos y crítica. Más sus propios colegas, sin distinción de ningún tipo.
Actuó siempre con alegría y genialidad en conjuntos como Dave Brubeck, Teddy Wilson, pero en permanente ascenso canta con grandes carteles, como Benny Goodman, Count Basie, Lester Young. Luego en 1945 se enroló en la nueva corriente del Be-Bop, grabando junto a los iniciadores el mismo Charlie Parker, Dizzy Guillespie, Art Biskey.
Recordemos que el cine no rescató su imagen, salvo en escasas producciones, relacionada con las promociones de sus discos. En sus giras por el mundo entero quedan sus grabaciones en vivo, por Francia, Bélgica y Alemania, junto a nuestros compatriotas como Lalo Schifrin y el inolvidable Chango Hugo Díaz. Su labor en discos y/o videos queda la antológica versión de la ópera de Gershwin "Poggy and Bess" donde ELLA con Louis Armstrong en voz y trompeta solista, secundados por coros y gran orquesta, lograron una versión histórica. Su paso por nuestra Capital se registró en dos oportunidades entre 1958 y 1964, LA DAMA recreó un repertorio clásico jazzero y abordó la bossa de Tom Jobin, Vinicius y Joao Gilberto.
En sus creaciones lucía con distinción, encanto y humor, sin chabacanería, siempre con fraseos que iban del sostenido agudísimo hasta el medio tono grave. Sin omitir el clásico "scat" a semejanza o imitando al Bocaza Louis, a quien provocaba la risa a tal punto que le impedía seguir la partitura a Satchmo. Así era LA PRIMERA DAMA DEL JAZZ, cantando y viviendo con su pasión.
Será eso que los melómanos recibimos un gran impacto emocional, el sábado 15 último, cuando algunos medios informaron del deceso de ELLA FITZGERALD, luego de un largo y penoso sufrir. Fue una leyenda y escuela de canto, junto a otras dos negras inolvidables, como Billie Holiday y Sarah Vaughan.
Recurriendo a nuestra inolvidable Blackie digamos: "Cuando se quiere interpretar el mejor jazz, debemos llegar a la barrera de ébano", definiendo con propia erudición de notable cantante e investigadora, que siempre nos ubica en el tema.
ELLA nació en 1918 y con sólo 16 años, ganó un concurso en el Teatro Apolo, en Harlem por 1934; luego siguieron giras y actuaciones en todo el país. Cantaba por necesidad espiritual y económica, logrando éxitos y admiración de públicos y crítica. Más sus propios colegas, sin distinción de ningún tipo.
Actuó siempre con alegría y genialidad en conjuntos como Dave Brubeck, Teddy Wilson, pero en permanente ascenso canta con grandes carteles, como Benny Goodman, Count Basie, Lester Young. Luego en 1945 se enroló en la nueva corriente del Be-Bop, grabando junto a los iniciadores el mismo Charlie Parker, Dizzy Guillespie, Art Biskey.
Recordemos que el cine no rescató su imagen, salvo en escasas producciones, relacionada con las promociones de sus discos. En sus giras por el mundo entero quedan sus grabaciones en vivo, por Francia, Bélgica y Alemania, junto a nuestros compatriotas como Lalo Schifrin y el inolvidable Chango Hugo Díaz. Su labor en discos y/o videos queda la antológica versión de la ópera de Gershwin "Poggy and Bess" donde ELLA con Louis Armstrong en voz y trompeta solista, secundados por coros y gran orquesta, lograron una versión histórica. Su paso por nuestra Capital se registró en dos oportunidades entre 1958 y 1964, LA DAMA recreó un repertorio clásico jazzero y abordó la bossa de Tom Jobin, Vinicius y Joao Gilberto.
En sus creaciones lucía con distinción, encanto y humor, sin chabacanería, siempre con fraseos que iban del sostenido agudísimo hasta el medio tono grave. Sin omitir el clásico "scat" a semejanza o imitando al Bocaza Louis, a quien provocaba la risa a tal punto que le impedía seguir la partitura a Satchmo. Así era LA PRIMERA DAMA DEL JAZZ, cantando y viviendo con su pasión.
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