(publicado el 7/6/96
Por el año 1926 en la ciudad-puerto que fundara el vizcaíno Juan de Garay, por segunda y obstinada instancia, ocurrieron sucesos disímiles en lo social, político, cultural y deportivo. Entre los últimos, registramos la llegada el hidroavión Plus Ultra, que había partido desde el Puerto de Palos (España). Su similar nave Buenos Aires que unió la ciudad homónima con Nueva York, piloteada por los argentinos Bernardo Duggan y Eduardo Olivera.
Fortunata Correa se convierte en la primer taxista porteña y en los lagos de Palermo hallan descuartizados los restos de Ernesto Conrrado Schneider.
En lo cultural otro suceso importante, protagonizado por un grupo de intelectuales encabezados por el pianista madrileño Ricardo Viñez y contando con la bondad de Monsieur Celestino Curuchet, segundo propietario del Café Tortoni, fundado en 1858. Cede a los citados la bodega de su establecimiento, con entrada por la Avenida de Mayo 829. Lugar que no era, ni estaba impecable, el brillo lo aportan los fundadores y habitúes que concurrieron a ese reducto, que será a semejanza del "Pombo" madrileño o el "Aragno" de Roma.
Los trabajos fueron múltiples e intensos, hasta se compró un "dientudo" marca Steinway, llegando a la inauguración el 24 de mayo, a las 22 hs.,bautizada como "La Peña" por el citado Viñez, Quinquela Martín, Germán de Elizalde, Jorge Bunge, Luis Perlotti, Juan de Dios Filiberto, Alfonsina Storni, Conrado Nalé Roxlo, Baldomero Fernández Moreno, Carlos de la Púa, más otros notables.
Los citados forman un centenar y medio de firmas incluidas en el acta fundacional, que frecuentaron asiduamente esta bodega, artistas como Regina Paccini (esposa del Presidente Alvear), Lola Membribes, las hermanas Singerman, políticos como Alvear, Alfredo Palacios, Mario Bravo, poetas como Borges, los hermanos González Lanuza, Marechal, Mastronardi, Banchs, los hermanos González Tuñón, Petit de Murat, Roberto Arlt, César Tiempo, autores como Pirandello, Ortega y Gasset, García Lorca. Periodistas como Guibourg, Tálice y Ricardo Llanes. Cantó Gardel y Yupanqui. Es recordada por la poesía de Fernández Moreno en su poema Viejo Café Tortoni y más contemporáneo el tango de Eladia Blazquez y Héctor Negro "Viejo Tortoni".
Este recuerdo no pretende ser exhaustivo, sabemos que faltan nombres y el relato de hechos allí ocurridos, sería material para desarrollar en un espacio que carecemos. Así evocamos con emoción estas paredes añosas, que según el amigo Antonio Requeni es: "El templo pagano de la porteñidad".
Fortunata Correa se convierte en la primer taxista porteña y en los lagos de Palermo hallan descuartizados los restos de Ernesto Conrrado Schneider.
En lo cultural otro suceso importante, protagonizado por un grupo de intelectuales encabezados por el pianista madrileño Ricardo Viñez y contando con la bondad de Monsieur Celestino Curuchet, segundo propietario del Café Tortoni, fundado en 1858. Cede a los citados la bodega de su establecimiento, con entrada por la Avenida de Mayo 829. Lugar que no era, ni estaba impecable, el brillo lo aportan los fundadores y habitúes que concurrieron a ese reducto, que será a semejanza del "Pombo" madrileño o el "Aragno" de Roma.
Los trabajos fueron múltiples e intensos, hasta se compró un "dientudo" marca Steinway, llegando a la inauguración el 24 de mayo, a las 22 hs.,bautizada como "La Peña" por el citado Viñez, Quinquela Martín, Germán de Elizalde, Jorge Bunge, Luis Perlotti, Juan de Dios Filiberto, Alfonsina Storni, Conrado Nalé Roxlo, Baldomero Fernández Moreno, Carlos de la Púa, más otros notables.
Los citados forman un centenar y medio de firmas incluidas en el acta fundacional, que frecuentaron asiduamente esta bodega, artistas como Regina Paccini (esposa del Presidente Alvear), Lola Membribes, las hermanas Singerman, políticos como Alvear, Alfredo Palacios, Mario Bravo, poetas como Borges, los hermanos González Lanuza, Marechal, Mastronardi, Banchs, los hermanos González Tuñón, Petit de Murat, Roberto Arlt, César Tiempo, autores como Pirandello, Ortega y Gasset, García Lorca. Periodistas como Guibourg, Tálice y Ricardo Llanes. Cantó Gardel y Yupanqui. Es recordada por la poesía de Fernández Moreno en su poema Viejo Café Tortoni y más contemporáneo el tango de Eladia Blazquez y Héctor Negro "Viejo Tortoni".
Este recuerdo no pretende ser exhaustivo, sabemos que faltan nombres y el relato de hechos allí ocurridos, sería material para desarrollar en un espacio que carecemos. Así evocamos con emoción estas paredes añosas, que según el amigo Antonio Requeni es: "El templo pagano de la porteñidad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario