(publicado 28/3/01)
En el porteño barrio de Once, el 27 de marzo de 1901 nació un polifácetico personaje, que infundió a casi todas las artes rioplatenses su impronta, plena de talento testimonial expuesto en las más variadas disciplinas, que lo erigen en lúcido protagonista. Con su obra, indagó con madurez, profundizando el pasado, desnudó la realidad y plasmó el porvenir.
Se cumplió ayer un siglo del nacimiento de ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO. En su existencia afrontó una precoz orfandad y fue guiado por su hermano mayor y albacea Armando. Viven juntos desde 1911 y ENRIQUE se manifestó como un excelente estudiante, según declaró a un periodista español: al extremo, que rindió tres veces un examen, dos por sus amigos que cursaban libres y la restante era para mi calificación... me aplazaron.
En el Colegio Mariano Moreno, las rabonas las realizaban yendo a la librería de enfrente, que le permitían leer sin medida. No circuló por la docencia escolástica, pero la practicó sabiamente en toda su breve carrera. Todo se iba configurando en las ideas que comenzaban a agitarse, en todo su entorno, también en su inventiva de futuro autor.
Comienza en las tablas, como actor partíquino en 1917 con el notable Roberto Casaux, con el seudónimo E. SANTOS. En 1918 debuta como co-autor con Mario Folco, escriben Los Duendes, para la compañía Vittone-Pomar, en teatro El Nacional y sigue estrenando con el citado autor, más Miguel Gómez Bao. Actúa con su hermano con fluidez, concurre a las tertulias en el estudio-peña del plástico Facio Hebecquer y comparte otras con José González Castillo, Rodolfo Gónzalez Pacheco, Quinquela Martín y Filiberto.
Por 1925 estrena firmando con su hermano, el sainete El Organito, marcando una nueva modalidad en ese género e imponen una severa y aguda crítica social, como el grotesco, en posteriores piezas de toques pirandellianos.
Debuta en el tango componiendo con Saldías:“Bizcochito”, cantado por la múltiple Olinda Bozán... gran fracaso. En la temporada siguiente y también en Montevideo, otro tango “Que Vachaché??. Nuevo fracaso.
Tanto será que el crítico oriental Víctor Soliño, le augura al novel autor y sentencia: “Que se dedique a otra cosa, el tango no es para Ud.” Los lectores convendrán que esas palabras olían a lápida. No entendían el mensaje discepoliano, Él adelantó el reloj de la época.
Pero en Bs. Aires, Tita Merello lo estrena y reflota, será gran suceso. Nuevo aires soplaban en la Reina del Plata por entonces, será feriado nacional el 1° de Mayo, Carlos de la Púa publica “La Crencha Engrasada y llega a ésta El Romancero Gitano, de Federico García Lorca y en política, regresa a la Rosada Hipólito Yrigoyen.
NUESTRO AUTOR se consolida hacia 1928, con Esta Noche me Emborracho y Chorra, cantados por Azucena Maizani, siguen Malevaje y los éxitos labran una cadena extensa y notable, como Miguelito, En el cepo, Alguna Vez, Soy un Arlequín, Justo el 31, Victoria, Yiya Yira, Confesión, una época más tarde Uno, Canción Desesperada, El Choclo, por los finales de su extensa y notable carrera.
Como actor seguía dirigido por su hermano, trabajando en varias salas locales, su quehacer fue permanente, dirigió el espectáculo musical “Historia del Tango, en dos horas”, luego estrena el sainete Caramelos Surtidos y composiciones de varios ritmos Que Sapa Sr. ??, Sueño de Juventud y publica en otros géneros como las zambas Noche de Abril y Cascabel Prisionero, el foxtrot: “Porque Obstinas en Amar a Otro, si Mañana es Lunes”. Dejo varios tangos inconclusos.
Resumir todo lo que escribió, actuó o dirigió, daría para un ensayo de varias páginas. Lo expuesto apenas abarca las primeras décadas, las siguientes las vivió con fruición, sin temor al que dirán. Quizá tomando sus propios versos “la gente que es brutal cuando se ensaña” o anticipando la actualidad, con: “al mundo que me desprecia/ por que no aprendo a robar” ( "Tormenta" tango de 1939).
Se cumplió ayer un siglo del nacimiento de ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO. En su existencia afrontó una precoz orfandad y fue guiado por su hermano mayor y albacea Armando. Viven juntos desde 1911 y ENRIQUE se manifestó como un excelente estudiante, según declaró a un periodista español: al extremo, que rindió tres veces un examen, dos por sus amigos que cursaban libres y la restante era para mi calificación... me aplazaron.
En el Colegio Mariano Moreno, las rabonas las realizaban yendo a la librería de enfrente, que le permitían leer sin medida. No circuló por la docencia escolástica, pero la practicó sabiamente en toda su breve carrera. Todo se iba configurando en las ideas que comenzaban a agitarse, en todo su entorno, también en su inventiva de futuro autor.
Comienza en las tablas, como actor partíquino en 1917 con el notable Roberto Casaux, con el seudónimo E. SANTOS. En 1918 debuta como co-autor con Mario Folco, escriben Los Duendes, para la compañía Vittone-Pomar, en teatro El Nacional y sigue estrenando con el citado autor, más Miguel Gómez Bao. Actúa con su hermano con fluidez, concurre a las tertulias en el estudio-peña del plástico Facio Hebecquer y comparte otras con José González Castillo, Rodolfo Gónzalez Pacheco, Quinquela Martín y Filiberto.
Por 1925 estrena firmando con su hermano, el sainete El Organito, marcando una nueva modalidad en ese género e imponen una severa y aguda crítica social, como el grotesco, en posteriores piezas de toques pirandellianos.
Debuta en el tango componiendo con Saldías:“Bizcochito”, cantado por la múltiple Olinda Bozán... gran fracaso. En la temporada siguiente y también en Montevideo, otro tango “Que Vachaché??. Nuevo fracaso.
Tanto será que el crítico oriental Víctor Soliño, le augura al novel autor y sentencia: “Que se dedique a otra cosa, el tango no es para Ud.” Los lectores convendrán que esas palabras olían a lápida. No entendían el mensaje discepoliano, Él adelantó el reloj de la época.
Pero en Bs. Aires, Tita Merello lo estrena y reflota, será gran suceso. Nuevo aires soplaban en la Reina del Plata por entonces, será feriado nacional el 1° de Mayo, Carlos de la Púa publica “La Crencha Engrasada y llega a ésta El Romancero Gitano, de Federico García Lorca y en política, regresa a la Rosada Hipólito Yrigoyen.
NUESTRO AUTOR se consolida hacia 1928, con Esta Noche me Emborracho y Chorra, cantados por Azucena Maizani, siguen Malevaje y los éxitos labran una cadena extensa y notable, como Miguelito, En el cepo, Alguna Vez, Soy un Arlequín, Justo el 31, Victoria, Yiya Yira, Confesión, una época más tarde Uno, Canción Desesperada, El Choclo, por los finales de su extensa y notable carrera.
Como actor seguía dirigido por su hermano, trabajando en varias salas locales, su quehacer fue permanente, dirigió el espectáculo musical “Historia del Tango, en dos horas”, luego estrena el sainete Caramelos Surtidos y composiciones de varios ritmos Que Sapa Sr. ??, Sueño de Juventud y publica en otros géneros como las zambas Noche de Abril y Cascabel Prisionero, el foxtrot: “Porque Obstinas en Amar a Otro, si Mañana es Lunes”. Dejo varios tangos inconclusos.
Resumir todo lo que escribió, actuó o dirigió, daría para un ensayo de varias páginas. Lo expuesto apenas abarca las primeras décadas, las siguientes las vivió con fruición, sin temor al que dirán. Quizá tomando sus propios versos “la gente que es brutal cuando se ensaña” o anticipando la actualidad, con: “al mundo que me desprecia/ por que no aprendo a robar” ( "Tormenta" tango de 1939).
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