lunes, 18 de enero de 2010

"EL PASE QUE NO LLEGÓ"






Los dirigentes del fútbol nacional luego de haber superado la tercera escisión, deciden en 1931 la profesionalización; que trajo una nueva era con visos de “gatopardismo”. Pero 1944 vendrá muy ajetreado con un severo fallo del Tribunal de Penas, a raíz de un caso de soborno en la temporada anterior, de dirigentes de Banfield contra el arquero Sebastián Gualco, que no había trascendido. Suspendido el equipo por 15 fechas, lo llevaron al descenso, también sancionaron a los técnicos, jugadores, etc. Siguió una huelga de árbitros y en el partido entre River San Lorenzo el 2/7, se produce en el Monumental una avalancha donde mueren 7 personas y quedan 18 heridos.
Mientras tanto se gestaba el primer éxodo de jugadores a México, con la partida de Bruno Rodolfi y otros; eso que no existía “Olé”, pero el gran alboroto fue la fuga de JOSÉ MANUEL MORENO. “El máximo jugador argentino” sin distingos de época. Varias instituciones fueron perjudicadas, perdieron a valores de la talla de Nicolás Palma, Miguel A.Rugilo, Boero, Enrico, Aballay; sumando casi las tres decenas de “evadidos”, según la información de la AFA.
MORENO jugó en el España de México (D.F.) contratado por 3 años, partió de Bs. Aires el 10 de julio de 1944, sale campeón el 1944/45, donde su repercusión eclipsó la clásica corrida de toros. En 1946 retorna con la aureola de bicampeón azteca y se encuentra que River reclamaba por el contrato incumplido. Mientras todo se dilucidaba, EL CHARRO, tal el mote actualizado entrenaba en la vieja cancha académica. Para colmo se había decretado en AFA, una amplia amnistía con los regresados de México.
Rácing había logrado mediante un ardid en el Distrito Federal azteca -vía Casildo Oses- repatriar a Nicolás Palma (ex Estudiantes). Todo induce a pensar que Moreno vestiría la blanquiceleste, pero los trámite seguían y la expectativa de los hinchas (que me incluía, por entonces) iban en pleno aumento. Quizá sería la gran admiración por “El inventor de la palomita infalible” y también mis 12 años plenos de ilusiones, compartidas con hinchas de diversas edades, que soñábamos a Moreno en Rácing. Los entrenamientos eran para ver al crack, que inspiró a Pontier el tango “A José Manuel Moreno”, grabado por su orquesta que co-dirigía con Francini.
Creo sin exagerar, que era una fiesta plagada de rumores, esas jornadas comprendidas entre la llegada de México y el fallo que determinó que a River, le asistía el derecho y la pertenencia, según resolución de Trabajo y Previsión.
El 24 de julio la AFA lo habilita, con la recepción del pase internacional y reaparece en cancha de Ferro el 28/7/46, lo esperaban 40.000 personas que rompieron el alambrado olímpico. River le ganó Atlanta por 5 a 1, “El Charro” anotó 3 goles y el último, antológico. Su juego poseía efectividad, estética y adaptación en varios puestos, titular a la derecha, en River; formaba una ala izquierda imparable con el “Chueco” García, en el Seleccionado Nacional. Siguió en Boca, club que lo había echado de pibe y jugó en su casi veteranía, luego Ferro y en Chile; será al final DT. Nochero siempre rodeado de bellezas, como Pola Alonso (luego será su esposa) y de amigos célebres: Discépolo, Contursi, “Mumo” Orsi, Antoñito Maida, Lucio Demare y ManoloMeaños, exquisito bailarín tanguero, admirador de Pichuco “a muerte” lo seguía en Marabú o Tibidabo, bailando al compás de la orquesta de otro exquisito... sin duda. Todo me lleva una reflexión cuantos célebres alternaban la noche porteña. Sin duda otros tiempos....


La foto muestra al "Charro" bailando un tango con la Merello... casi nada

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