(Publicado en “El Chamuyo”)
El plenario que cerró el mes de octubre, realizado en la sala Quinquela Martín del Café Tortoni, presidido por Horacio Ferrer que comenzó agradeciendo las presencias y la nueva constitución del Cuadro Joven. Previo al Tango Ritual solicitó un aplauso cerrado para el invitado José “Pepe” Libertella, fue “París otoñal” tango de su autoría, en la notable grabación del Sexteto Mayor. El Presidente destaca la salida de El Chamuyo N° 72, de miembros de la Academia correspondiente en Londres y una delegación de amigos colombianos, la adhesión enviada por Argentino Ledesma y otras destacadas personalidades presentes en la sala.
Invita al escenario a Libertella y José Damiani, quien comienza diciendo que distintas causas determinaron el cambio de actitud del sexteto, en lo relativo a la exposición actual del mismo. PEPE afirmó que es una realidad manifiesta, los músicos jóvenes de nuestro medio, citando a los integrantes de El Arranque y la Orquesta Escuela, como una meritoria avanzada. Agregando que coincide con sus ya añejas convicciones, de crear un “Café para músicos” para actuar solamente, por eso su colaboración con los jóvenes. Que transmiten conocimientos y vivencias del sexteto por el mundo, a estos tangueros bisoños.
Luego citó la tradicional costumbre del país, que admite la bonhomía llegada del extranjero y leyó páginas del libro de Juan Archibaldo Lanús “La causa argentina”, afirmando que nuestra música está en igualdad y acaso mejor, que las foráneas.
Damiani lo invita a tomar “la jaula” y como era imaginable, Libertella y su existencial romance con el instrumento, prosiguió su charla tan amena con aspectos de su biografía personal y musical que lo hacía tocar todo el día, ocasionando el aislamiento de su mamá. Elogió a todos sus ilustres antecesores, citando especialmente a Scorticati y Pichuco. Luego sus pininos con Suárez Villanueva y José Damés, primando la gracia, ilustrada con las melodías creadas por ambos y contando su paso junto a Osmar Maderna.
Damiani le habló de su etapa con Di Sarli y sus amigos Marcucci y Plaza, formaban el trío “Domisol”, rivalizando en el volumen de nivel sonoro en sus actuaciones con el gran Maestro. Siguieron su trabajo de director con Miguel Montero y los primeros viajes por América.
Luego la formación de un gran conjunto con formación estable, pero con dirección alterna por LR1, con Requena, Lomuto, Cupo, Stazo, Plaza; que fue la antesala de la formación del actual conjunto a fines de 1972, luego invitó al violinista Ramiro Gallo 1er. violín de El Arranque para interpretar Pasión y tango, sin omitir narrar sus andanzas por Paraná. Demostrando sus virtudes como charlista, que extendió a cuentista con originalidad, muy festejada. Impecable el dúo y otro invitado más Guillermo Galvé, nos brindaron Che bandoneón. Más aplausos.
Notable las interpretaciones de Pepe y medida la labor de Damiani al interrogar; juzgando el acto, se evidenció una gran pre- producción.
Gabriel Soria presentó “El Arranque” destacando el curriculum de lo realizado internacionalmente y las futuras actuaciones en diveros escenarios del mismo nivel. Muy inteligente la apertura con Selección de Gardel (instrumental), Mariposita, que incluyó al nuevo vocalista Ariel Ardit, gran labor a tono con sus compañeros, luego fue “Nocturna”, pero el bis fue el gran corolario, invitaron a Libertella a tocar con ellos “Quejas de bandoneón”. Delirio en la sala, casi un estallido...inolvidable. Gran noche académica.
Invita al escenario a Libertella y José Damiani, quien comienza diciendo que distintas causas determinaron el cambio de actitud del sexteto, en lo relativo a la exposición actual del mismo. PEPE afirmó que es una realidad manifiesta, los músicos jóvenes de nuestro medio, citando a los integrantes de El Arranque y la Orquesta Escuela, como una meritoria avanzada. Agregando que coincide con sus ya añejas convicciones, de crear un “Café para músicos” para actuar solamente, por eso su colaboración con los jóvenes. Que transmiten conocimientos y vivencias del sexteto por el mundo, a estos tangueros bisoños.
Luego citó la tradicional costumbre del país, que admite la bonhomía llegada del extranjero y leyó páginas del libro de Juan Archibaldo Lanús “La causa argentina”, afirmando que nuestra música está en igualdad y acaso mejor, que las foráneas.
Damiani lo invita a tomar “la jaula” y como era imaginable, Libertella y su existencial romance con el instrumento, prosiguió su charla tan amena con aspectos de su biografía personal y musical que lo hacía tocar todo el día, ocasionando el aislamiento de su mamá. Elogió a todos sus ilustres antecesores, citando especialmente a Scorticati y Pichuco. Luego sus pininos con Suárez Villanueva y José Damés, primando la gracia, ilustrada con las melodías creadas por ambos y contando su paso junto a Osmar Maderna.
Damiani le habló de su etapa con Di Sarli y sus amigos Marcucci y Plaza, formaban el trío “Domisol”, rivalizando en el volumen de nivel sonoro en sus actuaciones con el gran Maestro. Siguieron su trabajo de director con Miguel Montero y los primeros viajes por América.
Luego la formación de un gran conjunto con formación estable, pero con dirección alterna por LR1, con Requena, Lomuto, Cupo, Stazo, Plaza; que fue la antesala de la formación del actual conjunto a fines de 1972, luego invitó al violinista Ramiro Gallo 1er. violín de El Arranque para interpretar Pasión y tango, sin omitir narrar sus andanzas por Paraná. Demostrando sus virtudes como charlista, que extendió a cuentista con originalidad, muy festejada. Impecable el dúo y otro invitado más Guillermo Galvé, nos brindaron Che bandoneón. Más aplausos.
Notable las interpretaciones de Pepe y medida la labor de Damiani al interrogar; juzgando el acto, se evidenció una gran pre- producción.
Gabriel Soria presentó “El Arranque” destacando el curriculum de lo realizado internacionalmente y las futuras actuaciones en diveros escenarios del mismo nivel. Muy inteligente la apertura con Selección de Gardel (instrumental), Mariposita, que incluyó al nuevo vocalista Ariel Ardit, gran labor a tono con sus compañeros, luego fue “Nocturna”, pero el bis fue el gran corolario, invitaron a Libertella a tocar con ellos “Quejas de bandoneón”. Delirio en la sala, casi un estallido...inolvidable. Gran noche académica.
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