(publicado agosto/99) "TANGO Y LUNFARDO
El ruido versus música.
El 20 de febrero último se cumplieron 90 años del nacimiento, de un precursor notable del jazz: OSCAR MARCELO ALEMÁN, nacido en Resistencia el 20 de febrero de 1909. Integró una numerosa familia creada por papá Jorge (*), casado con una prima de Juan Moreira, unión que dará tres retoños más, Carlos, Jorgelina y Juana. Al fallecer la mamá, el padre hará que todos los hijos, formen un seudo troupe infantil. Siendo su debut bailando malambo en Bs. Aires. Un suceso inesperado, el suicidio del padre, marcará la separación de los hermanitos Alemán
OSCAR con apenas diez años y sólo, de las mas triste soledad, llega a Santos (Brasil). Vive como puede y duerme a la par. Pero el duende de Orfeo lo había marcado, y se las arregla para comprar un cavaquinho, y será un precoz solista. Ésto logra conocer a Gastón Bueno Lobo y ambos componen un dúo: Los Lobos. Llegan a Bs. Aires por 1925, siendo atracción de la noche porteña, alternando en un mismo local con Enrique S. Discépolo.
Ambos violeros y Elvino Vardaro, graban en RCA como Trío Víctor. Óscar, con acento cargado en la inicial, tal como gustaba ser llamado, da a conocer sus tangos, uno con letra Cadícamo: Guitarra que llora, que sucesivamente grabaron Agustín Magaldi y Ángel Vargas, más otro instrumental: Chinita.
Su etapa internacional abarca desde 1927, cuando es contratado por el productor Harry Fleming para actuar, con la Venus de Ébano: Josephine Baker, que bautiza a OSCAR como "enfant terrible", ambos discutían y mucho, pero a la vez se admiraban. Sucedía que EL Chaqueño con su labor personal, sus arreglos y también, cuando hacía la segunda voz de semejante atracción mundial, era un mini show, dentro del espectáculo de la Baker. Aparte es para situar que sucedía en la noche parisina, por la década de 1920/30.
OSCAR contaba que en su estada en Londres Duke Ellington, intentó contratarlo para su grupo y la Baker se opuso con todo, y encarando al notable pianista, le especta: "De donde voy a sacar a un guitarrista notable, que cante muy bien en cinco idiomas, baile y sea mi arreglador principal" Él dominaba el inglés, francés, italiano, portugués y logra uno de sus mas caros anhelos, conoce en esa ciudad a su ídolo, el famoso Djando Reinhardt, que lo invita para actuar en su Hot Club de Francia. En su largo devenir por el mundo trata a Duke Ellington, Armstrong, Coleman Hawhins y Sidney Bechet. Si éstos no son el jazz - por esos años - donde estará el swing??
Pero los nazis en 1941, lo expulsan por su color de París. Regresa a nuestro país y forma una agrupación de swing, al lado otro virtuoso, el violinista chileno Hernán Oliva. Gran repercusión en bailes, emisoras radiales y discos Odeón, recreando las mejores páginas jazzeras y tropicales, todo impregnado con el sello de su director.
Hombre de carácter en su carrera y en la vida, con actitudes definidas; citaré un suceso que protagonizó en 1948, en la Estación Lanús, del ferrocarril sureño, cuando pretendieron robarle su guitarra. La emprendió a guitarrazos y trompadas al caco, que lo puso en fuga, en el escenario, muchos recordamos cuando cantaba acompañándose con su guitarra colocada en su espalda, matizado con todo tipo zapateo. Un showman total.
En sus últimos años vivía en Maipú y Corrientes, fue visitado por su amigo Duke Ellington, en su estada en nuestra ciudad, que para lograr verse con OSCAR, eludía custodios del FBI y así abrazarlo y charlar. Por entonces escribe un tango: Al Gran Horacio Salgán.
Pionero que marcó la senda, que posteriormente transitarán Enrique "Mono" Villegas, Gato Barbieri, Lalo Schifrin, citando los más destacados, que seguirán exponiendo en el mundo, las excelencias de músicos argentinos, seguidores del Gran Adelantado: Óscar Alemán.
La gran aventura viajera sin par, que fue toda su vida, finaliza el 14 de octubre de 1980. Músico que definió como fatal, el desplazamiento del ruido por la Música, juicio vigente, pero con visión de futuro; siendo éste el corolario de esta evocación.
(*)Don Jorge era descendiente del autor del clásico Guzmán de Alfarache
OSCAR con apenas diez años y sólo, de las mas triste soledad, llega a Santos (Brasil). Vive como puede y duerme a la par. Pero el duende de Orfeo lo había marcado, y se las arregla para comprar un cavaquinho, y será un precoz solista. Ésto logra conocer a Gastón Bueno Lobo y ambos componen un dúo: Los Lobos. Llegan a Bs. Aires por 1925, siendo atracción de la noche porteña, alternando en un mismo local con Enrique S. Discépolo.
Ambos violeros y Elvino Vardaro, graban en RCA como Trío Víctor. Óscar, con acento cargado en la inicial, tal como gustaba ser llamado, da a conocer sus tangos, uno con letra Cadícamo: Guitarra que llora, que sucesivamente grabaron Agustín Magaldi y Ángel Vargas, más otro instrumental: Chinita.
Su etapa internacional abarca desde 1927, cuando es contratado por el productor Harry Fleming para actuar, con la Venus de Ébano: Josephine Baker, que bautiza a OSCAR como "enfant terrible", ambos discutían y mucho, pero a la vez se admiraban. Sucedía que EL Chaqueño con su labor personal, sus arreglos y también, cuando hacía la segunda voz de semejante atracción mundial, era un mini show, dentro del espectáculo de la Baker. Aparte es para situar que sucedía en la noche parisina, por la década de 1920/30.
OSCAR contaba que en su estada en Londres Duke Ellington, intentó contratarlo para su grupo y la Baker se opuso con todo, y encarando al notable pianista, le especta: "De donde voy a sacar a un guitarrista notable, que cante muy bien en cinco idiomas, baile y sea mi arreglador principal" Él dominaba el inglés, francés, italiano, portugués y logra uno de sus mas caros anhelos, conoce en esa ciudad a su ídolo, el famoso Djando Reinhardt, que lo invita para actuar en su Hot Club de Francia. En su largo devenir por el mundo trata a Duke Ellington, Armstrong, Coleman Hawhins y Sidney Bechet. Si éstos no son el jazz - por esos años - donde estará el swing??
Pero los nazis en 1941, lo expulsan por su color de París. Regresa a nuestro país y forma una agrupación de swing, al lado otro virtuoso, el violinista chileno Hernán Oliva. Gran repercusión en bailes, emisoras radiales y discos Odeón, recreando las mejores páginas jazzeras y tropicales, todo impregnado con el sello de su director.
Hombre de carácter en su carrera y en la vida, con actitudes definidas; citaré un suceso que protagonizó en 1948, en la Estación Lanús, del ferrocarril sureño, cuando pretendieron robarle su guitarra. La emprendió a guitarrazos y trompadas al caco, que lo puso en fuga, en el escenario, muchos recordamos cuando cantaba acompañándose con su guitarra colocada en su espalda, matizado con todo tipo zapateo. Un showman total.
En sus últimos años vivía en Maipú y Corrientes, fue visitado por su amigo Duke Ellington, en su estada en nuestra ciudad, que para lograr verse con OSCAR, eludía custodios del FBI y así abrazarlo y charlar. Por entonces escribe un tango: Al Gran Horacio Salgán.
Pionero que marcó la senda, que posteriormente transitarán Enrique "Mono" Villegas, Gato Barbieri, Lalo Schifrin, citando los más destacados, que seguirán exponiendo en el mundo, las excelencias de músicos argentinos, seguidores del Gran Adelantado: Óscar Alemán.
La gran aventura viajera sin par, que fue toda su vida, finaliza el 14 de octubre de 1980. Músico que definió como fatal, el desplazamiento del ruido por la Música, juicio vigente, pero con visión de futuro; siendo éste el corolario de esta evocación.
(*)Don Jorge era descendiente del autor del clásico Guzmán de Alfarache
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