sábado, 16 de enero de 2010

"LOS ORQUESTADORES"


(Publicado 12/11/01)


Cuanto talento.......

Estos profesionales que tienen fundamental importancia en el resultado o el éxito más genuino en su gestión, es casi similar a las abejas obreras ignoradas en su propio panal; pero cuanta bonanza elaboran. Sucede que éstos por ser músicos, se pueden incluir - a priori - como la cigarra.
Los orquestadores o arregladores, cumplen una labor del mayor encomio pero quedarán en las sombras. Son los creadores del éxito y los aplausos, no reciben en forma directa. Citaremos algunos ejemplos, la gestión de Roberto Firpo con su arreglo hizo el suceso de “La cumparsita”. No hubiera pasado de una marchita estudiantil pero los derechos, los perciben Matos Rodríguez, Pascual Contursi y Enrique Maroni y sus respectivas sucesorios. D’Arienzo, Biagi y Mazzeo convierten al tango “La puñalada” de Pintín Castellanos, en una milonga y fue récord sin par.
En épocas que no existían los “versos” actuales de las grabadoras, con disco de oro, platino o diamante. Actualmente cuando el eminente Daniel Barenboim nos ilumina desde el escenario, primero estuvo el arreglo del notable José Carli. Existieron estos fogoneros del éxito, como Julio Perceval o Alejandro Gutiérrez del Barrio, trabajando para Fresedo y De Caro. En la década del ‘40 se acrecentó el estudio de solos, dúos o tríos, sobre la melodía original y cabe citar a Héctor Artola, Argentino Galván, José Pascual, Emilio Balcarce, Astor Piazzolla, Horacio Salgán y el polirítmico de MARTÍN VICENTE DARRÉ. Nacido el 26 de mayo de 1916 transitó la música con un hálito genial, aprendiendo el enigma de las corcheas, antes que el abecedario. Gran cultor de bandoneón y piano, pero siempre estudiando con Rubione, Bautista, Athos Palma, etc.
El destino lo ubicó junto a los Lomuto, primero fue con el bandoneón junto Pancho, luego le arma al gordo Héctor una banda del mejor jazz, desde el “dientudo”; incluido un cuarteto vocal al estilo Les Brown, algunos lectores/as que bailaban por “el 40/50” deben dar fe, de esta opinión. Cuando Mariano Mores forma su numeroso grupo Lírico/popular en 1948, requiere los “arreglos” de MARTÍN, que además ejecuta órgano en la agrupación.
Claro, los instrumentadores no son, en su mayoría, autores y DARRÉ sólo registró en esa creación tangos melódicos, como La calle maldita y Yo quisiera no quererte. Pero este polifácetico CREADOR escribirá arreglos para grupos de metales, integrantes de bandas u orquestas sinfónicas, siempre aseveró... “cuando se trabaja para metales, debo mantener un equilibrio exacto; sino huele a circo”. NOTABLE CABALLERO muy parco pero entrando en intimidad mostraba su “maestría in situ” explicando todo, dentro de una sencillez de fácil percepción. Sus charlas eran clases - que lujo estar presentes - propias de este virtuoso ORQUESTADOR, que nos dejó físicamente un 12 noviembre de 1991, han pasado 10 años.
Para finalizar restaría decir, que poner de relieve a los arregladores a pesar de ser orfebres lúcidos, no pretende quitar el mérito de nadie, sino adjudicarlo a quien completa el proceso de “fabricar un éxito”; tal como las realizaciones de MARTÍN DARRÉ en varios ritmos y géneros.

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