(Publicado el 8/3/02)
La relación que tiene el “Día Internacional de la Mujer” en el mismo año, que nuestro querido partido cumple el 150° aniversario de su fundación, es muy amplia. La nota quiere homenajear a todas las mujeres en su día y a las que honran al Tango en particular y trascendieron nuestro entorno.
La mujer, su compañero y la música forman ese tríptico, creador consular del baile y del género mismo. Pero por muchos años se citó, a El Cachafaz, El Mocho, Virulazo o Copes, omitiendo sus distintas compañeras. Estimamos que últimamente se mitigó la injusticia, pero no agreguemos más de lo mismo; por eso recordamos a todas las bailarinas anónimas, las poetas, autoras, músicas, periodistas e investigadoras, que aportaron sus tareas invalorables, dando ese no se que...tan feménino. Que a los hombres nos enloquecen a pesar de las canas.
Citaremos hoy a las cantantes, que nacieron y circularon nuestro partido, fueron varias y el trabajo no es exhaustivo. Concitaron el beneplácito popular, como Mercedes Simone, Madrina de la sala de la Sociedad “Presidente Avellaneda” igual distinción tuvo Martha de los Ríos, en Leales y Pampeanos. Entre las nacidas aqui encontramos a Lolita Torres, pegó el grito en la calle Paláa, sus actuaciones de gran suceso en elencos radiales, espectáculos nacionales y extranjeros, sus películas, fueron las embajadoras/pioneras de nuestro cine en Rusia y su influencia, en toda zona trás la ex Cortina de Hierro.
Eladia Blazquez nacida en Gerli, debutó precozmente el ex Cine Amado Nervo y nos ilumina con su polifacética labor abarcativa de varios géneros, creando y cantando sus obras con notable solvencia que recalaron en el Tango.
El corazón al sur, Honrar la vida, Sin piel, A un semejante, Argentina primer mundo. Integrante de la Generación del ‘60 junto a Eugenio Majul, Horacio Ferrer, Héctor Negro y Roberto Díaz. Para la historia de ésta y Lolita, ambas rivalizaron por la misma época cantando español, en teatros y locales nocturnos porteños.
Piñeiro registra el nacimiento en Gutenberg al 1300, de Elsa Rivas, que irrumpió por los finales del ‘50 cantando como solista y con Ricardo Tanturi y su orquesta, luego encabeza la propia con directores como Leopoldo Federico y Juan José Paz, graba y actúa en televisión, bailes y emisoras nacionales.
Siguiendo en el mismo barrio, en “El Pueblito” nace Adriana Varela de gran impacto por su personal decir, aplaudida aquí y en París, Granada, Madrid, Berlín. Sus discos de cuidada realización junto a Enrique Cadícamo, Roberto Goyeneche, Antonio Agri, Néstor Marconi, Juanjo Domínguez acaparon grandes distinciones. Otra joven “cantora” Patricia Barone, nacida en la calle Reconquista, de Gerli Este, canta un repertorio cuidado y muy personal, con un tesón digno de quien impone la novedad meritoria y títulos clásicos, junto Osvaldo Piro y Atilio Stampone en la Orquesta Nacional Juan. D. Filiberto. También en actuaciones del exterior y en discos con Javier Gónzalez, su último CD “Pompeya no olvida” demuestra lo expresado; mereciendo elogios de especialistas y público.
La mujer, su compañero y la música forman ese tríptico, creador consular del baile y del género mismo. Pero por muchos años se citó, a El Cachafaz, El Mocho, Virulazo o Copes, omitiendo sus distintas compañeras. Estimamos que últimamente se mitigó la injusticia, pero no agreguemos más de lo mismo; por eso recordamos a todas las bailarinas anónimas, las poetas, autoras, músicas, periodistas e investigadoras, que aportaron sus tareas invalorables, dando ese no se que...tan feménino. Que a los hombres nos enloquecen a pesar de las canas.
Citaremos hoy a las cantantes, que nacieron y circularon nuestro partido, fueron varias y el trabajo no es exhaustivo. Concitaron el beneplácito popular, como Mercedes Simone, Madrina de la sala de la Sociedad “Presidente Avellaneda” igual distinción tuvo Martha de los Ríos, en Leales y Pampeanos. Entre las nacidas aqui encontramos a Lolita Torres, pegó el grito en la calle Paláa, sus actuaciones de gran suceso en elencos radiales, espectáculos nacionales y extranjeros, sus películas, fueron las embajadoras/pioneras de nuestro cine en Rusia y su influencia, en toda zona trás la ex Cortina de Hierro.
Eladia Blazquez nacida en Gerli, debutó precozmente el ex Cine Amado Nervo y nos ilumina con su polifacética labor abarcativa de varios géneros, creando y cantando sus obras con notable solvencia que recalaron en el Tango.
El corazón al sur, Honrar la vida, Sin piel, A un semejante, Argentina primer mundo. Integrante de la Generación del ‘60 junto a Eugenio Majul, Horacio Ferrer, Héctor Negro y Roberto Díaz. Para la historia de ésta y Lolita, ambas rivalizaron por la misma época cantando español, en teatros y locales nocturnos porteños.
Piñeiro registra el nacimiento en Gutenberg al 1300, de Elsa Rivas, que irrumpió por los finales del ‘50 cantando como solista y con Ricardo Tanturi y su orquesta, luego encabeza la propia con directores como Leopoldo Federico y Juan José Paz, graba y actúa en televisión, bailes y emisoras nacionales.
Siguiendo en el mismo barrio, en “El Pueblito” nace Adriana Varela de gran impacto por su personal decir, aplaudida aquí y en París, Granada, Madrid, Berlín. Sus discos de cuidada realización junto a Enrique Cadícamo, Roberto Goyeneche, Antonio Agri, Néstor Marconi, Juanjo Domínguez acaparon grandes distinciones. Otra joven “cantora” Patricia Barone, nacida en la calle Reconquista, de Gerli Este, canta un repertorio cuidado y muy personal, con un tesón digno de quien impone la novedad meritoria y títulos clásicos, junto Osvaldo Piro y Atilio Stampone en la Orquesta Nacional Juan. D. Filiberto. También en actuaciones del exterior y en discos con Javier Gónzalez, su último CD “Pompeya no olvida” demuestra lo expresado; mereciendo elogios de especialistas y público.
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