martes, 1 de diciembre de 2009

"EDGARDO DONATO. UN CREADOR OLVIDADO









El Tango muestra un signo coincidente en varias generaciones, que es la radicación de italianos, como fue el matrimonio compuesto por Ernesto Donato y Egilda Cafagna, que tuvieron nueve retoños, todos músicos profesionales a igual que papá. Hombre que tocaba el mandolín (el zapallito) y también el cello.
Se destacaron Ascanio con igual instrumento que su padre, el cello, y Osvaldo, pianista. Siendo nuestro evocado: EDGARDO FELIPE VALERIO el hijo violinista, compositor y director orquestal, nacido el 14 de abril de 1897, en el porteño barrio San Cristóbal.
Cuando se conmemora un siglo de su natalicio, de este importante y olvidado creador, que con su capo laboro: A Media Luz, dio brillo a la canción rioplatense. Siendo el mismo uno de los seis tangos, más difundidos en todo el mundo.
Los Donato se establecen en el barrio Palermo, en Montevideo, donde EDGARDO comienza sus estudios de violín, teoría y solfeo, con el maestro Camilo Giucci, más la férrea supervisión del papá. Egresa en 1918 como músico de cuello duro, tal como nombraban a los egresado cultores del arte clásico.
Pero andando se encuentra en esas calles con un músico negro y porteño José Quevedo, que precisaba músicos para formar un conjunto, cuyo pianista era Enrique Delfino. Pero el ingreso al tango, no será definitivo, dado que a DONATO, lo contratan en 1919 para tocar en el mitológico conjunto del pianista director Carlos Warren y hacen jazz en los cines Capitol y Trianón, más el Parque Hotel, donde realizaban Los Jueves Azules. Con la atracción principal de El Tigre del bandoneón: Eduardo Arolas.
En esa veladas conoce a otro violinista Roberto Zerrillo y plasman una amistad en la música y por la vida, arman un conjunto musical tanguero que empieza a viajar a Bs. Aires y retornan a la capital oriental con muy buen suceso. Por 1922 EDGARDO mete otro éxito, con letra de Panizza, que estrenan en Bs. Aires, la actriz Iris Marga y fue grabado por Fresedo y Rosita Quiroga.
Pero siguen publicando sucesos autorales, con Corazoncito de Oro, Beba, Muchacho, con letras de Celedonio Flores, y en 1925 en Montevideo estrena A Media Luz, con letra de Lenzi. En nuestra ciudad se lo graban Roberto Firpo y Francisco Canaro y siguen más éxitos, como Hasta Luego, Se va la Lancha y se consolida el conjunto Donato-Zerrillo actuando en emisoras, teatros y grabaciones; hacia 1928 en ambas orillas. Luego como signo infalible llega la separación de los co- directores, el nuevo rubro será "EDGARDO DONATO y sus muchachos", que imponen nuevas composiciones Buena Yunta, Lluvia de Colores, El Huracán e incorpora músico como Bonano, su hermano Osvaldo, luego a un juvenil Julián Plaza y vocalistas como Félix Gutiérrez, Jorge Ortiz y juvenil locutor Pierrot, que se iniciaba en el canto y se consagrará luego como Hugo del Carril.
Nuestro Evocado cumplió una destacada labor de asesoramiento en la primer etapa del cine sonoro, extendida por dos décadas, a partir de Tango, donde actuó con su orquesta y en sucesivas producciones, que finalizan por los años '50 con Pelota de Trapo.

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